México, D.F., Ciudad Universitaria, a 31 de enero de 2011
A la Comunidad universitaria:
Los días transcurren con un ritmo monótono pero imparable. Las promesas son arrumbadas en la desmemoria al tiempo que los pendientes se acumulan. Es por ello que la lucha sigue. No obstante, a la par de su incansable y perseverante marcha, se gestan aquellos actos cuya pretensión es neutralizarla, sino es que aplastarla inmisericordemente. Tímidas provocaciones que escalan hasta los más abiertos y cruentos embates. Si en nuestro país el día a día del activismo no es ajeno a la censura y a la intransigencia, en nuestra facultad aquellos inconformes que se rehúsan a resignarse ante la penosa realidad que pretende perpetuarse como inamovible, tampoco son ajenos al acoso sistemático.
Las agresiones a los espacios estudiantiles no datan de fechas recientes, sino que son consustanciales a su existencia misma. Sin embargo, mucho tememos que estas provocaciones se recrudezcan y que su frecuencia y virulencia aumenten. Este inicio de semestre acredita nuestras preocupaciones. Y es que una vez más los espacios estudiantiles fueron vejados por la ociosidad y/o la intolerancia de aquellos que ven en nuestras justas demandas una amenaza a los intereses de sus superiores. Hoy, nuevamente, alzar la voz se convierte en un motivo de persecución y agravios. Tras su apariencia infantil, estas provocaciones pretenden esconder su inconfundible contenido político. Y es que tanto a los poderosos como a las burocracias amodorradas y displicentes siempre les resulta incomodo el grito rebelde de aquellos que se rehúsan a olvidar las promesas y los pendientes A pesar de ellos, de sus furibundas acometidas, la Lucha sigue.
Exigimos a las “autoridades” de esta Universidad, y en particular a las correspondientes a esta facultad, que se responsabilicen como garantes de la seguridad de todos los miembros de la comunidad universitaria, así como de su inalienable derecho a expresarse libremente. No solo las agresiones directas representan penosos agravios a aquellos que día con día pugnamos por mejores condiciones de estudio, así como por el despertar de un estudiantado crítico involucrado en las problemáticas que aquejan a nuestra sociedad; también la negligencia y la reiterada omisión se detentan como vestigios de esa impune complicidad que caracteriza a los apologistas del estado de las cosas.
¡No más agresiones a los espacios estudiantiles!
¡Nunca más una Dirección/Rectoría omisa y cómplice del porrismo!
¡Por la defensa de nuestro inalienable derecho a manifestarnos políticamente!
Colectivo Ernesto Guevara
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