lunes, 24 de octubre de 2011

Frente a la podredumbre electoral: Crítica, organización y acción.

A la comunidad universitaria de la FCPyS:

El olor de la podredumbre es inconfundible. Ni al más impasible de los estudiantes le resulta indiferente. Este es el legado del presente proceso electoral universitario. Planteamientos demagógicos dignos del más desembarazado gatopardismo; propuestas fantasiosas que rayan en el absurdo; subordinación de las justas inquietudes estudiantiles a los opacos intereses de camarillas y partidos; arteros ataques y deshonrosas provocaciones que evidencian la desmesurada avidez por los cargos más insignificantes. Hasta los más bienintencionados son arrastrados por el penoso espectáculo. Una cosa ha quedado clara: aquellos que aún nos suponemos poseedores de un dejo de humanidad, no podemos sujetarnos a la pesadez de ese ritmo que nos pretenden imponer los advenedizos y los ambiciosos.  

No obstante, ¡qué ingenuo sería pretender que tan penoso situación es producto exclusivamente de los caprichos e intrigas de esos pocos que han hecho de la rapacidad  y el abuso la más notoria de sus particularidades! Somos copartícipes en la inútil fragmentación y la indolente inacción que ha caracterizado a amplios sectores de la comunidad estudiantil. Diferir la participación política a las coyunturas electorales equivale a ser omisos sobre los cuestiones de fondo que lastran nuestro presente.

Atendiendo a todo ello, INVITAMOS A LA COMUNIDAD ESTUDIANTIL A REORGANIZARSE, A REPLANTEARSE SU RAZÓN DE SER, A REINVENTARSE CON MIRAS A CONVERTIRSE EN ARTÍFICE DE SU PROPIO DESTINO. Porque de nada sirve abandonarse a la inevitabilidad de los hechos; el estudiante crítico y políticamente activo no se contenta con dejarse llevar por las coyunturas, sino que se empeña en generarlas.

Proponemos como punto de partida los siguientes temas:

Reformular el papel que el estudiante ha de desempeñar tanto al interior de esta facultad, como al interior de la Universidad y de la sociedad misma. No es contentándonos a observar cómo las cosas habrán de cambiar, sino atreviéndonos a actuar y a organizarnos.

Conformar mecanismos más democráticos y eficientes de organización estudiantil para contrapesar los intereses facciosos que menoscaban la cotidianidad al interior de nuestra Universidad. Con ello se pretende tanto reformular los espacios de organización extra-institucionales, como las instituciones mismas a través de las cuales hoy se toman las decisiones al interior de esta Universidad; instituciones que hasta el día de hoy permanecen sujetas a los intereses de añejas camarillas, y de las cuales amplios sectores de la comunidad universitaria permanecen relegados.

Replantear el papel que la Universidad ha de desempeñar frente a la sociedad como antítesis de la lógica de mercado.  Frente a aquellos que pretenden anclar la investigación y la academia a las exigencias del mercado, nosotros oponemos la construcción de un proyecto donde la Universidad se presente como el cuartel por antonomasia de aquellos que se rehúsan a ver en la educación una mercancía más. Porque si los universitarios nos rehusamos a fungir como simples personeros de los oligarcas, resulta ineludible cuestionar el porqué de la supuesta inevitabilidad del presente sistema económico, así como construir alternativas a éste.

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